sábado, 10 de diciembre de 2011

PUEBLOS ORIGINARIOS DE AMERICA LATINA

 
                    
 
En diciembre de 1994, las Naciones Unidas proclamaron el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo (1995–2004).
En América Latina, donde alrededor del 10%de la población es indígena, ese período coincidió con el surgimiento de movimientosautóctonos que ejercieron una nueva y cada vez más poderosa influencia política.
En 1994 estalló en Chiapas, México, la rebelión zapatista; en Ecuador, varios grupos indígenas se lanzaron cinco veces a las calles,obligando al gobierno a negociar y provocando finalmente un cambio constitucional;en Bolivia se produjero manifestaciones similares que culminaron con el derrocamiento del Presidente Sánchez de Lozada en2003; en Guatemala, patria de Rigoberta Menchú, indígena maya ganadora delPremio Nobel, la encarnizada guerra civil terminó en 1996 con la firma de los Acuerdos de Paz, que incluyeron el Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas; en 2000,Perú eligió su primer presidente de origenindígena,AlejandroToledo. Pero en el frente económico el cambio ha sido más lento. En un informe del Banco Mundial (Psacharopoulos y Patrinos) publicado en 1994 se presentó la primera evaluación regional del nivel de vida de los pueblos indígenas,en la que se encontraron pruebas sistemáticas de una situación socio económica muy inferior a la del promedio de la población. Diez años después, en otro importante estudio de seguimiento del Banco Mundial (Hall y Patrinos, 2005) se determinó que, pese a que se han puesto en práctica programas para mejorar el acceso
a la educación y a los servicios de salud,los indígenas siguen registrando las mayores y más persistentes tasas de pobreza de la región. Este lento avance representa un importante obstáculo para muchos países que procuran cumplir el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) de las Naciones Unidas de reducir a la mitad, para 2015, el índice de pobreza de 1990.
¿Quiénes son los pueblos indígenas de América Latina?
Si bien existe una gran diversidad, comparten ciertas características,como el idioma (aun cuando muchos ya no lo hablan con fluidez), la cultura y el apego a la tierra; todas ellas derivadas de un ancestro que se remonta a los habitantes originales de la región en tiempos precolombinos.
Se calcula que existen entre 28 millones y 43 millones de indígenas en la región.
En los cinco países con mayor población indígena —Bolivia, Ecuador, Guatemala, México y Perú— esta representa una significativa proporción demográfica (en Bolivia sonmayoría). Existen cientos de grupos indígenas: solo en México hay 56 grupos que hablan 62 idiomas.

Una profunda brecha

En el informe del Banco Mundial de 1994 se puso claramente de manifiesto que el bajo capital humano (educación y salud) explicaba las altas tasas de pobreza, vinculadas a
la exclusión social mediante la discriminación en el mercado de trabajo y el limitado acceso a los servicios públicos de educación y salud. ¿Cómo es el panorama en la actualidad?
Pobreza. En los cinco países mencionados, las tasas de pobreza de la población indígena se han mantenido prácticamente estancadas en el último decenio. En Bolivia,Guatemala y México, aunque bajaron las tasas nacionales de pobreza, en el caso de los pueblos indígenas la reducción fue menor o no hubo disminución alguna.
En Ecuador y Perú, en cambio, aumentó la tasa de pobreza general, pero se observó poco cambio en el caso de los indígenas.
Esto sugiere que los indígenas pueden verse menos afectados por las tendencias macroeconómicas, ya sean positivas o negativas, aunque en el caso de Ecuador
cabe deducir que, si bien es reducido el impacto negativo de una crisis en los hogares indígenas, les lleva más tiempo recuperarse. La brecha de pobreza (la diferencia entre el ingreso de los pobres y la línea de pobreza) en los pueblos indígenas también es más profunda, y se contrajo más lentamente durante el decenio si se la compara con la del resto dela población.
Educación. La educación es uno de los principales factores
para salir de la pobreza, pero los indígenas siguen recibiendo menos años de educación que la población no indígena (6 y 10 años respectivamente en Bolivia, y 3 y 6 años en Guatemala). En los años noventa se contrajo la brecha de escolaridad en todos los países, siguiendo las tendencias de los decenios anteriores, pero el incremento promedio de los ingresos por cada año adicional de escolaridad es ligeramente menor en los indígenas que en el resto de la población(6% y 9%, respectivamente, en Bolivia). Además, la brecha se amplía en los niveles superiores de educación, lo que puede deberse a la calidad de la educación que reciben los indígenas. Las recientes pruebas normalizadas de la región revelan que los estudiantes de origen indígena obtienen calificaciones significativamente más bajas (7% a 27% menores) en lectura y matemáticas.
Salud. Los indígenas —especialmente las mujeres y los niños— siguen teniendo menos acceso a los servicios básicos de salud, por lo que persisten importantes diferencias con la población no indígena en los indicadores de salud,desde la mortalidad materna hasta el número de nacimientos en hospitales y la cobertura inmunitaria. En los cinco países, la cobertura del seguro de salud es relativamente baja y cubre a menos del 50% de la población. En Bolivia, Guatemala
y México, la cobertura de las familias indígenas es muy inferior a la del resto de la población. Los niños indígenas siguen presentando tasas extremadamente altas de desnutrición,incluso en países que casi han eliminado este problema. En México, el 6% de los niños de todo el país tiene un peso inferior al normal, pero la cifra asciende a casi el 20% en los niños indígenas.
Trabajo. Los indígenas padecen significativas desventajas
en el mercado laboral en toda la región. A fines de 2004, la parte “no explicada” de la diferencia de ingresos entre indígenas y no indígenas representaba de un cuarto
a poco más de la mitad del diferencial total, con un promedio de alrededor del 42%. Mientras que casi la mitad del diferencial de ingresos puede deberse a mejoras en el
capital humano (educación, destrezas y habilidades que los indígenas aportan al mercado de trabajo), la otra mitad puede deberse a la discriminación laboral u otros
factores que sobre los cuales los indígenas tienen poco control.

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